lunes, 10 de agosto de 2015

TOM, JERRY Y CLARK GABLE

Vergonzoso. Inadmisible. No vuelvo al cine ¡Es la ruina! Ayer fui al estreno de la quinta parte de la saga Misión Imposible ¡y me salió un ojo de la cara! Ya sé que más de uno/a estará pensando que por qué no me esperaba al día del espectador para verla. Hay mucho/a listo/a suelto/a; me sé todos vuestros argumentos. En el punto 3 explico por qué eso es como las misiones de Tom: imposible. Ahí va lo que me salió la broma, punto por punto:

1- Hotel para el gato: 100 euros. No tengo a nadie con quien dejar a Jerry y hace meses encontré un hotelito donde me lo cuidan la mar de bien.
2- Taxi: 20 euros. Ya sé que tengo salas de cine más cerca, pero hay unas en Bilbao cerca del hotel donde se hospeda Jerry y así mato dos pájaros de un tiro. También sé que existen autobuses y metro, pero odio rodearme de gente. Elijo el taxi y punto.
3- Las entradas: 200 euros. Voy solo, pero como ya he dicho en el punto anterior, no soporto tener seres humanos cerca, por lo que necesito comprar 24 entradas alrededor de donde me siento yo para evitar que hijos/as de puta invadan mi espacio vital. Por esta razón no puedo ir al cine el día del espectador, ya que no son numeradas.


4- Palomitas y Coca-Cola extra-gigantes: 18 euros. Cuestan 9, pero recibí una llamada antes de entrar en la sala y al intentar contestar, se me cayeron al suelo todas las palomitas y el litro de Coca-Cola, por lo que tuve que repetir la compra. Por cierto: siempre me dejo la mitad en el asiento al terminar la peli y sospecho que lo revenden.
5- iPhone 6: 700 euros. En mitad de la película sonó el tono de Camela asignado al número de mi madre y contesté la llamada. Tras varios minutos de conversación absurda, dejé el iPhone en la butaca de mi derecha, al lado del cubo de las palomitas. Terminó la peli, abandoné la sala y al echar la mano al bolsillo para llamar a mi camello, fue cuando lo eché en falta. Volví rápidamente y se lo expliqué al acomodador con cara de rata. El hijoputa me dijo sonriendo que no sabía nada de un iPhone negro con una pegatina de Hello Kitty (ahora que lo pienso, creo que no mencioné la pegatina). Me dieron ganas de partirle los dientes allí mismo (lo que habría incrementado la suma total; dentista, indemnización por daños...). Me compré otro iPhone en la tienda más cercana y todavía estoy buscando una pegatina de Hello Kitty igual que la que tenía.
6- Cena (algo sencillito): 12 euros.
7- Prostituta de lujo: 300 euros. Sí, ya sé que las hay más baratas, pero una puta de lujo es una maravilla; no conviene racanear en lo que a putas se refiere.
8- Cubatas: 40 euros. La puta regó las plantas del pub, pero pidió lo mismo que yo, no puedo hacer nada al respecto.

Total: 1070 euros. La cocaína no la incluyo porque la compro todos los viernes, vaya al cine o no. Pero bueno, creo que no volveré nunca más. Compraré más cocaína, seguiré pagando religiosamente a Movistar y descargaré todo lo desclarkgable. Y vuestras opiniones... francamente, queridos/as, me importan un bledo.


Ésta es la entrada real. Viernes, día del estreno, 5 euros por haber visto la semana anterior otra película por 6 euros (y nueva oferta para la próxima entrada, también a 5 euros).


Leioa, 8 de agosto de 2015.

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